Los clavos de olor son el capullo seco de la flor rosada y fragante de un árbol de hoja perenne cuyo origen está en Indonesia. Es de las especies más usadas en todo el mundo, pues además del sabor dulce que le agrega a los platos, tienen propiedades medicinales muy reconocidos.
A continuación te contamos los beneficios de comer dos clavos de olor al día.
Fortalecen tu sistema inmune
Los clavos de olor son muy ricos en vitamina C, la que aumenta la cantidad de glóbulos blancos en tu cuerpo, aquellas células que ayudan a combatir las infecciones.
Ayuda a tratar los problemas de digestión
Los clavos de olor aumentan la secreción de enzimas, y reducen las náuseas y los gases. Además, están llenos de fibra, lo que promueve la salud digestiva y ayuda a prevenir el estreñimiento. Trata estos problemas consumiendo los clavos de olor tostados con miel o en polvo.
Alivian dolores de muelas
Sus propiedades anestésicas locales servirán para tus dolores bucales. Mantén un clavo sobre el diente afectado para eliminar la molestia hasta que puedas acudir a tu dentista.
Ayuda a mantener tu hígado sano
El eugenol, presente en el aceite del clavo de olor, mejora la función hepática de este órgano encargado de desintoxicar nuestros cuerpos.
Reducen el dolor y la inflamación
El eugenol contenido en los clavos de olor tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias, y una forma de aprovecharlo es como remedio para el dolor de cabeza. Lo puedes usar de forma tópica o consumirlo.
Úsalo de forma tópica, remoja los clavos de olor en aceite de coco y masajea con ellos tus sienes. Si lo quieres ingerir, mezcla polvo de clavo de olor y sal de roca en un vaso de leche, y luego bébelo.
Ayudan a tus huesos y articulaciones
Los flavonoides, el eugenol y el manganeso contenidos en los clavos de olor promueven la salud de tus huesos y articulaciones. Estas aumentan la densidad ósea, transportan minerales a nuestros huesos y están involucradas en la creación de tejido óseo.
Tienen efecto antibacteriano
Una investigación de la Universidad de Buenos Aires (Argentina) mostró que el aceite de clavo de olor fue eficaz para eliminar bacterias como la E. Coli y el estafilococo. Incluso existe una receta a base de hierbas para un enjuague bucal hecho con aceite de árbol de té, albahaca y clavos. Según dice el Departamento de Peridoncia de la Universidad KLE (Bélgica), este enjuague puede mejorar la salud de las encías, reduciendo las bacterias y la placa bacteriana en la boca luego de 21 días de uso.
Son ricos en antioxidantes
Los clavos de olor son la fuente más potente de polifenoles, que son básicamente químicos que absorbemos al comer plantas y disminuyen el colesterol y la presión arterial. Además, incrementan la longevidad y mejora la función y flexibilidad arterial.
Ayudan a regular el azúcar en la sangre
El clavo de olor actúa como insulina dentro del cuerpo, pues ayuda a exportar el exceso de azúcar en la sangre y devolviendo el equilibrio a tu cuerpo.
Mejoran la coagulación
La vitamina K que contienen los clavos de olor promueven la coagulación sanguínea saludable, lo que es beneficioso para aquellos que sufren de sangrado excesivo por deficiencia de este nutriente. La interacción que el consumo de vitamina K pueda tener con medicamentos que disminuyen la coagulación de la sangre es potencialmente peligrosa, por lo que debes consultar a tu médico antes de integrarla en tu dieta diaria.