Uno de las principales consejos que debemos tomar en cuenta para protegernos del coronavirus, es mejorar o potenciar nuestro sistema inmunológico, subiendo así nuestras defensas y evitando que el virus nos provoque un daño mortal.
El té de raíz de jengibre y cúrcuma es una receta que no te mantendrá protegido por sí sola, por eso es importante seguir todos los consejos que la Organización Mundial de la Salud y las autoridades de tu país indican.
La cúrcuma es un antiinflamatorio que ayuda de sobremanera cuando estás enfermo y el jengibre no solo es bueno para calmar tu intestino, sino que también aumenta tu inmunidad y limpia tu sistema linfático, la red de órganos y tejidos que limpian las toxinas y los desechos.
Es importante consumir este té de cúrcuma y jengibre sin endulzantes como el azúcar, ya que este producto mata las bacterias intestinales buenas. Así mismo, evita las versiones secas o en polvo de estas raíces, ya que no tienen tan buenos efectos como cuando se consumen frescos.
Preparación de té de jengibre y cúrcuma
Agrega un litro de agua en una olla junto a tres rodajas de jengibre y cúrcuma. Si prefieres puedes rallar finamente la cúrcuma para que realmente se infunda en el agua. Si tienes pimienta negra, agrégala a la olla, ya que este ingrediente activa a la cúrcuma. Es opcional también incluir cáscara de limón y una pizca de pimienta cayena.
Calienta a fuego lento el agua durante unos 7 minutos y no dejes que hierva, ya que de esta manera se morirán algunos de los nutrientes. Apaga el fuego, agrega el jugo de un limón y una cucharadita de aceite de coco virgen, ya que la grasa ayuda a absorber el cúrcuma. También puedes usar aceite de aguacate si lo prefieres.
Cuando el té se enfríe, vierte en una taza y agrega miel si quieres endulzarlo.
Recuerda que este té no es una cura para todas las enfermedades, solo apoya tus hábitos saludables.