Carlos Orosco es un ejemplo de fuerza de voluntad.
La obesidad es un problema que cada vez se instala más en la sociedad debido al sedentarismo de las personas y a su mala alimentación. Muchos no hacen nada cuando tienen bastantes kilos de más ya que cambiar la dieta e ir al gimnasio es una tarea ardua. Sin embargo hay quienes logran bajar de peso y buscan inspirar a otros antes de que sea demasiado tarde y la obesidad cause graves problemas a su salud.
A sus 42 años Carlos Orosco pesaba 300 kilos. Este hombre de Saginaw, Michigan tenía por actividades favoritas ver televisión la mayor parte del día mientras se alimentaba de comida chatarra ya que no le gustaban las frutas y las verduras y salir a correr no era algo que le gustara.
Fue cuando su peso ya no le permitió moverse con soltura que decidió hacer algo al respecto.
Fue así como Carlos eliminó alimentos de su dieta como las papas fritas y gaseosas y empezó a ejercitarse. Tras someterse a una cirugía y al cabo de 3 años de trabajo duro, Carlos perdió 466 libras.
Él explico que siempre fue una persona grande pero que comenzó a ganar peso sin control cuando cumplió los 30 años.
Cuando se fue de la casa de sus padres nadie controlaba su alimentación y comenzó a comer a destajo comida chatarra y a consumir alcohol, pero él no veía esto como un problema, sino como una fase de placer en su vida debido a que aún podía «funcionar y practicar deportes».
Su obesidad hizo que Carlos desarrollara una infección en la sangre que causó inflamación severa y úlceras en sus extremidades inferiores. Además Carlos sufría de gota, apnea del sueño y alta presión arterial.
cuando su peso y los problemas que esto acarreaba ya no lo dejaban vivir en paz, decidió hacer una visita a un cirujano para poder practicarse una gastrectomía laparoscópica en la manga gástrica lo que significa la extracción de alrededor del 75% del estómago, limitando los alimentos que puede consumir.
«Me dijo sin rodeos que si no cambiaba mi estilo de vida, probablemente no llegaría a mis primeros 40 años. Me sorprendió su pronóstico».
-Carlos Orosco en Today-
Carlos debía perder 45 kilos para poder realizarse la cirugía de la que hablamos anteriormente.
Carlos pronto sería tío y por ello quiso cambiar su vida. Él comenzó a consumir más frutas y verduras y proteínas magras. También comenzó a caminar tres millas alrededor de su vecindario de manera diaria.
En diciembre del año 2016, Carlos se sometió a la tan esperada cirugía que cambiaría su vida. En ese tiempo pesaba 250 kilos y al pasar los meses alcanzó los 158 kilogramos de peso.
Un amigo de Carlos falleció de forma repentina y el en su honor corrió 5k en una carrera y desde ahí ya no ha parado de correr. Hoy lleva 36 carreras y actualmente entrena para vivir su primera maratón en octubre.
Su baja de peso ha sido tan significativa que hoy sus dos piernas caben en en una de las piernas de los pantalones que utilizaba cuando padecía de obesidad. Carlos ha botado su ropa antigua y sólo se ha quedado con un jeans talla 78 que guarda como un trofeo que le recuerda su esfuerzo para bajar de peso.
«Me siento como una persona nueva, de verdad. He sido bendecido con una segunda oportunidad, otra oportunidad. Me doy cuenta de que no todos tienen la oportunidad, tienen la segunda oportunidad de hacerlo, y eso es realmente lo que se siente para mí, una oportunidad de hacer las cosas de la manera correcta esta vez».
Vencer a la obesidad no es una tarea fácil, pero cambiar un estilo de vida y ver como tu cuerpo se siente mejor, al igual que tu mente, es una recompensa que vale la pena.