No hay duda del importante papel que los árboles cumplen en la vida de nuestro planeta, pues básicamente son los responsables de que tengamos el oxígeno necesario para vivir. Además, acogen una increíble cantidad de vida en sus ramas y bajo ellas.
Estudios recientes señalan que los árboles realizan movimientos parecidos al de nuestro corazón, lo que da un gran paso en la comprensión de los árboles.
Una investigación liderada por Adras Zlinszky para la Universidad de Aarhus (Países Bajos) asegura que los árboles regularmente cambian de forma en maneras ligadas estrechamente a la presión del agua dentro del mismo.
El científico mostró los resultados de su estudio, que fue aplicado a un total de 22 especies de árboles que fueron controlados día y noche para registrar cada uno de los cambios encontrados. Y las conclusiones arrojaron una gran cantidad de comportamientos dentro de cada árbol.
Varias especies movilizaban sus ramas hacia arriba y abajo en un rango variado de 1 centímetro cada 2 horas aproximadamente, así como se observaron varios cambios del suelo o los cultivos.
Estos movimientos llamaron la atención de los expertos, quienes comenzaron a llevar un registro de ellos en cada una de las especies.
La conclusión primordial es que esto demuestra que los árboles bombean agua desde sus raíces, lo que se parece al movimiento que realiza el corazón para bombear sangre a todo el organismo.
El fenómeno se produce desde el mismo suelo, lo que llama la atención de los expertos en la materia.
En la noche se pueden percibir fenómenos como la fotosíntesis nocturna, que impulsa la conversión de la luz solar en azúcares. Esto quiere decir que el árbol debe reservar energía que captó durante el día mientras sus hojas estaban inclinadas hacia el sol durante el día.
La conclusión es que los movimientos del abedul son completamente circadianos, manteniendo un ciclo de noche-día, lo que resulta en un fenómeno increíble.