A menudo no pensamos en la cantidad de azúcar que contienen las frutas, pero para dar un detalle más preciso con respecto a la receta del día de hoy, les contaremos que 100 gramos de mango contienen un total de 13.66 gramos de azúcar, es por eso que la mermelada de mango sin azúcar añadido ya tendrá ese toque dulce natural de la fruta. Sin embargo, si se espera poder potenciar el dulzor, siempre se puede agregar un poco de endulzante, como recomendaremos en la receta. Es por eso que si quieres hacer tus desayunos más ligeros y saludables, ahora toma nota porque te enseñaremos cómo hacer mermelada de mango sin azúcar pero con mucho sabor.
Ingredientes
1 Kilogramo de mango (sin cuesco)
3 Cucharadas de postre de jugo de limón
1 Cucharadita de agar agar (opcional)
Endulzante al gusto (opcional)
1 Rama de Canela (opcional)
1 Vaso de agua
Preparación
Primero, pelar los mangos, retirar los cuescos y cortar en cubos. En caso de querer aumentar el sabor dulce de la mermelada de mango sin azúcar, recomendamos utilizar una cucharadita de stevia o cualquier otro endulzante o una cucharada de miel.
Consejo: La cantidad de mango indicada es sin cuesco, de manera que con hueso será un kilo y medio, casi dos.
Poner los cubos de mango en la olla, añadir el agua, el jugo de limón, el agar agar, el endulzante escogido y la rama de canela. Calentar a fuego lento y vamos removiendo hasta que la preparación adquiera una textura de mermelada. Puede tardar de una a dos horas y el resultado será una mermelada de mango sin azúcar con grumos. Otra opción mucho más rápida es triturar el mango para romper las fibras del mismo. Una vez hecho puré, se caliente con el resto de ingredientes durante 20-30 minutos.
Truco: Usar el agar agar para dar a la consistencia a la mermelada que le daría el azúcar, pero se puede sustituir por gelatina o eliminar.
Distribuirla mermelada de mango en tarros de cristal con cierre hermético y previamente esterilizados, y los reservamos hasta el momento de consumirlos en un lugar libre de humedad. Una vez abierto el bote, la mermelada deberá guardarse en el refrigerador.
Es perfecta para los desayunos e, incluso, para rellenar crepes o panqueques dulces. Puedes consumirla con lo que más te guste o a la hora que prefieras, porque siempre será un deleite para tu paladar.