Las trombosis y embolias se refieren a la obstrucción de un vaso sanguíneo que puede tener consecuencias mortales. Mientras la trombosis se origina en las venas o arterias, la embolia es la migración de aquel trombo por nuestro canal circulatorio. Este es un patente riesgo sufrido, por ejemplo, por quienes sufren varices, entre otras personas.
Aunque no podemos prevenirlas 100%, es posible reducir nuestra probabilidad de sufrir una cambiando nuestros hábitos. Esto opera especialmente urgente si tienes antecedentes genéticos relacionados a la trombosis o la embolia, eligiendo una dieta más sana y sumando actividad física a tu vida.
A continuación ahondaremos en el tema, para que te orientes mejor y puedas decidir un cambio saludable.
Cómo se forman los trombos y las embolias
Pueden surgir de diferentes factores, relacionados generalmente a nuestro estilo de vida, la genética, enfermedades, etc. No hay un origen único. Algunas causales posibles son:
- Altos niveles de triglicéridos y colesterol
- Pasar mucho tiempo sentado
- Tomar píldoras anticonceptivas u hormonas como estrógeno (especialmente en las mujeres que fuman)
- Haber pasado por algún tipo de cirugía
- Embarazo
- Obesidad
- Problemas cardíacos o renales
- Antecedentes genéticos
Varias de estas causas son inevitables. No obstante, que hayamos dado a luz o que tengamos el colesterol alto no asegura que vayamos a sufrir un trombo: aunque hay un riesgo, no es una causa-efecto automática.
La trombosis y la embolia son distintas en los siguientes aspectos:
- El trombo es la acumulación de sangre en una arteria debido a una coagulación, a una alteración de un vaso sanguíneo o la rotura de una pared arterial.
- Mientras, los émbolos son resultados del trombo, o bien acumulaciones de grasa, de líquido amniótico. Incluso también producto de burbujas de dióxido de carbono, en casos como el de los buzos o de quienes practican submarinismo.
- La embolia, por otro lado, es la obstrucción de una arteria en cualquier parte del cuerpo (por ejemplo, los pulmones).
¿Qué alimentos previenen los trombos y las embolias?
El limón
No sólo fortalece el sistema inmune, elimina toxinas y es antioxidante. También mejora la circulación sanguínea, según este estudio del Hospital Prefectural de Hiroshima (Japón) que señala que es ideal si se acompaña de una caminata diaria. No dejes pasar un día sin tomar un vaso de jugo de limón, o usarlo de aderezo en tus ensaladas.
Aceite de oliva
El aceite de oliva extra virgen es un exquisito regalo de la naturaleza, muy rico en ácidos grasos omega 6 y un producto ideal para reducir el colesterol LDL (conocido como “colesterol malo”) de la sangre. Gracias a este aceite, mantenemos flexibles nuestras arterias y reducimos la placa arterosclerótica que siempre dificulta el flujo sanguíneo, acelerando el riesgo de tombosis.
Aguacate o palta
Consumido en equilibrio y moderación es tan o más saludable que el aceite de oliva. La dosis perfecta es medio aguacate 3 veces por semana al desayuno, tu salud y tu boca lo agradecerá.
Un diente de ajo diario
Según un estudio de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos), el ajo es un potente antibacteriano. Además, es rico en alicina, una enzima que cuida tu salud cardiovascular, el sistema inmune y tiene efecto anticoagulante. Recibe sus maravillosas propiedades consumiendo mínimo un diente de ajo al día.
Alcachofa
Las alcachofas cocidas y con algo de vinagre, aceite de oliva y limón, es una cena muy recomendable. Esta es una de las mejores hortalizas para prevenir embolias y trombosis, según un estudio de la Universidad de Pavia, en Italia.
Apio
Rico en antioxidantes, vitaminas y una clase de fitoelementos que regulan tu tensión arterial, su consumo regular te hará disfrutar de arterias más anchas, flexibles, y con menos placa arterosclerótica.
Jugo de arándano
Gracias a los arándanos mejoraremos nuestra circulación sanguínea pues, además de ser antioxidantes, un estudio realizado por la Southern Medical University (China) aseguró que tiene efectos anticoagulantes. Puedes consumirlos en zumo, secos o incluso congelados.
Vino tinto
El saber popular señala que un vaso de vino tinto al día reduce la probabilidad de un ataque cardíaco o una trombosis, pero no existen evidencias científicas que avalen completamente estas afirmaciones.
Zanahorias
Además de ser refrescantes, suaves y combinar con todo, son una fuente adecuada de beta-carotenos que nos ayudan a prevenir trombos y embolias. Estas sustancias reducen además el riesgo de ataques cardíacos y equilibran los niveles de colesterol, según un estudio de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil).