Si vives en un lugar en donde llueve frecuentemente o durante la época invernal las calles se inundan constantemente, entonces entiendes lo importante que sería invadir la ciudad con jardines de lluvia. Se trata de áreas excavadas a poca profundidad que absorben la mayor parte del agua de la lluvia y además germinan plantas nativas.
Cuando se comenzó a destruir la naturaleza para albergar a las ciudades, nunca se pensó en el daño y en las consecuencias que eso traería. Las aceras y carreteras están construidas con materiales impermeables, por lo tanto el agua escurre a través de ellos y se va por la alcantarilla.
Pero en el caso de abundantes precipitaciones se producen generalmente desbordamientos, inundando la ciudad. Además el agua arrastra una gran cantidad de contaminantes que van a parar a los arroyos, ríos y lagos.
Los jardines de lluvia provocan que el agua pueda volver fácilmente a la tierra, reduciendo la presión a la se someten los sistemas de alcantarillado y evitando el desbordamiento del agua.
Además es muy útil para que una gran variedad de plantas pueda atraer fauna silvestre, como mariposas, pájaros o insectos, reactivando así la biodiversidad en las zonas urbanas.
También pueden combinarse con cubos desbordantes, cuya agua se puede aprovechar posteriormente.
Este último sistema se vería hermoso en las casas y las grandes avenidas para adornar el paisaje y ayudar también a reducir la contaminación.
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