Él se suma al reciclaje y convierte estos desechos en anteojos con diseños muy bonitos.
El plástico es el residuo más dañino del planeta ya que amenaza la vida de seres vivos y la salud de los humanos.
Muchos son los que hoy tienen conciencia del gran problema que significa el plástico y tratan de hacer algo para cambiar su rumbo, ideando creaciones originales con ellos o haciéndose cargo de la limpieza de los océanos y sus grandes parches de basura.
Sin embargo la industria sigue lucrando con este material que hoy está más presente que nunca en muchos productos que incluso no necesitan de él, es por ello que un joven argentino ha tomado una decisión innovadora para que el plástico no termine en el basurero.
Gafas recicladas
Este joven argentino llamado Malcolm Rendle ha fundado Bond Eyewear, su propia marca con la que recicla plástico y lo convierte en gafas de sol.
También crea gafas de graduación con un diseño genial y una gran calidad.
La idea de este joven surgió cuando visitó el Río de la Plata y vio que allí cuando bajaba la marea se podía apreciar una gran cantidad de plástico, por lo que decidió hacer algo al respecto.
Malcolm creo un producto que no dejara desperdicios y que luciera bien, fue así como nacieron las gafas de sol y de graduación.
El objetivo de estas gafas es crear un vínculo entre el medio ambiente y la sociedad.
Las botellas se trituran y luego ingresan a una impresora 3D. Luego las gafas se lijan, pero no mucho para que se pueda apreciar que este es un producto reciclado. Tras todo esto las gafas ya están listas.