No son más felices los niños que más tienen cosas materiales, sino aquellos que pueden atesorar momentos y recuerdos.
La felicidad sin duda es el mejor estado de ánimo porque nos hace sentirnos bien con nosotros mismos y hace que actuemos mejor en el día a día.
Muchas personas son felices con muy poco, mientras que otras hacen que su felicidad dependa de tener muchas cosas materiales y traspasan eso a los niños.
Siempre creemos que la felicidad es una característica innata a los niños, pero ellos también se deprimen y no debemos paliar esas situaciones con regalos caros.
Es verdad que a los niños los ilusiona mucho recibir regalos, pero viajar es lo mejor que puedes hacer junto a ellos.
Los niños son más felices si viajan
Viajar le gusta tanto a los más pequeños como a los adultos, ya que vivimos nuevas experiencias que nos hacen más felices.
Viajar es conocer nuevos sitios y personas, probar nuevos sabores, ver paisajes diferentes y esto brinda a los niños mucha felicidad, al igual que los que somos más adultos.
Hacer muchas cosas, no dormir en sus camas, no comer lo habitual, eso es lo que los hace más felices ya que están conociendo una parte del mundo de la que antes no sabían.
Los recuerdos felices de los viajes que emprendemos hacen que esa alegría que nos dan sea duradera.
Viajar despierta el interés en los más pequeños y une mucho más a las familias.