Ralyn “Lilly” Satidtanasarn es una niña tailandesa de 12 años que, inspirada por la perseverancia de Greta, está cambiando la historia de su país.
Tailandia es el sexto país del mundo que más contamina los océanos, según las autoridades, se usan en promedio 8 bolsas de plástico cada día, es decir, unas 3.000 al año.
Las bolsas se utilizan para embalar las comidas servidas en la calle o las bebidas que la gente se lleva a su trabajo. Lilly se percató de esta realidad y decidió hacer algo al respecto, fue así como en junio de este año logró que la cadena de supermercados Central dejara de entregar bolsas plásticas una vez a la semana.
Cuando tenía 8 años, Lilly quedó totalmente sorprendida por toda la basura que encontró en las playas que visitaban. De hecho, su madre asegura que desde ese viaje en 2016, la joven se convirtió en una activista ambiental.
Lo primero que hizo fue pedirle a sus amigos, familiares, iglesias, escuelas y vendedores locales que reciclaran todo lo que pudieran y dejaran de lado el plástico de un solo uso. Luego envió una queja formal y dos meses después, una oficina del gobierno local le envió un correo electrónico diciendo que no estaban a cargo del uso del plástico, sugiriendo que se pusiera en contacto con las compañías.
Su madre la llevó al Central Food Hall y pidió hablar con el gerente, reuniéndose por primera vez con un directivo. Después de escucharla, Central comenzó a implementar programas ecológicos, como los días sin bolsa plástica una vez al mes.
Lilly pasó de limpiar personalmente el sucio canal de la ciudad de Bangkok, capital de Tailandia, a reunirse directamente con funcionarios para ejercer presión y poder cambiar las políticas.
Actualmente la joven tailandesa se reune con ejecutivos de centros comerciales para exigir reducciones en los desechos de plásticos de un solo uso. Pasa entre tres o cuatro días de la semana visitando otras escuelas y conociendo a funcionarios gubernamentales y corporativos.
Desafortunadamente algunos no apreciaban todos sus esfuerzos y la miraban solo como una niña con idea locas.
“En conversaciones cara a cara, algunas personas se ponían a la defensiva. Estaba hablando de todas las desventajas y alternativas al plástico de un solo uso, pero solo decían que era una niña pequeña”
Ralyn “Lilly” Satidtanasarn
Lilly cree que hablar directamente es mucho más efectivo que participar en protestas masivas, aún así, asiste a las manifestaciones.
“Tocar los corazones de las personas es mejor que gritarles ondeando pancartas. Soy una niña de 11 años y puedo hacer esto. Si yo puedo hacer esto, entonces tú también puedes”
Ralyn “Lilly” Satidtanasarn
Lilly solo espera que sus esfuerzos impulsen a otros tailandeses a introducir pequeños cambios en su vida por el bien del medio ambiente.