Tener una familia significa contención, apoyo y amor. Muchas personas no tienen eso, por eso si tu tienes a tus padres y hermanos, debes valorarlos mucho.
Ser hijo único no es lo mismo que tener hermanos, pues a menudo quienes no los tienen desean tener aunque sea uno para compartir, pasar rato juntos y tener una escucha y un consejo. Podemos tener amigos, pero un hermano será alguien incondicional.
El amor de mi hermana es absoluto
A veces tener hermanos parece una pesadilla por las peleas y lo estresantes que pueden ser, sobre todo en las etapas previas a la adolescencia, pero esa época pasa y los hermanos se vuelven nuestros confidentes.
El lazo de sangre se transforma en un lazo de amor incondicional, irrompible y que va madurando con el paso de los años.
Puede que los rumbos no sean los mismos y que la distancia te separe de tus hermanos, pero el vínculo seguirá intacto.
Y es que del odio al amor hay un paso y a medida que crecemos, nuestros hermanos se convierten en nuestros mejores amigos. Al tener una hermana, tenemos a una gran amiga a la que amamos y que nos ama.
Si tienes una hermana este post te hará reflexionar sobre el amor que te tiene y que le tienes y entenderás que es el mejor regalo que tus padres te pudieron dar porque es uno que estará siempre que lo necesites.