A esta estudiante de Australia le amputaron el dedo luego de desarrollar una rara forma de cáncer que cree que está relacionada con morderse las uñas.
Courtney Whithorn comenzó a morderse las uñas después de ser intimidades en la escuela y su hábito se volvió tan malo que en 2014 se mordió la uña del pulgar completamente.
Con el tiempo, notó que su pulgar comenzó a ponerse negro, pero en lugar de ir a ver a un médico, prefirió mantenerlo oculto de sus familiares y amigos.
La estudiante de psicología fue diagnosticada con un raro cáncer: melanoma subungueal lentiginoso acral. El cual puede estar relacionado con el traumatismo severo que causó la uña del pulgar.
Desde que diagnosticaron a Courtney en julio, ya se ha sometido a cuatro cirugías. A pesar de los intentos por salvar su pulgar, debió ser amputado la semana pasada.
“Cuando descubrí que morderme las uñas era la causa del cáncer, me destrozó.
Mi mano estaba constantemente en un puño porque no quería que nadie la viera, ni siquiera mis padres. Me asusté un poco cuando mi piel comenzó a ponerse negra, así que los mostré por primera vez este año.”
Courtney Whithorn
Después de la segunda cirugía para quitarle el lecho de la uña, le realizaron una tomografía por emisión de positrones (PET) para obtener una imagen tridimensional detallada del interior de su pulgar. Afortunadamente no encontraron más células cancerosas.
Pero apenas una semana después, los especialistas en Sydney le dijeron al cirujano de la joven que el protocolo para su forma de melanoma es la amputación. El médico decidió realizar primero una tercera cirugía, creando una incisión más ancha en el pulgar de Courtney para eliminar cualquier otra células maligna, pero esa operación solo confirmó la necesidad de amputar.
“Fui a una tercera cirugía y el médico me dijo que si veía algo canceroso, tendría que amputar todo el pulgar.”
Courtney Whithorn
Actualmente la joven aún se está recuperando de la amputación y su pasión por escribir se ha visto muy afectada, ya que le amputaron el dedo por encima del nudillo. La estudiante además debió postergar sus estudios en la Universidad Griffiths para recuperarse.