La comida preparada en casa es sin dudas un sinónimo de bienestar y salud. Así lo han confirmado recientes estudios, como el realizado en la Universidad de Washington (Estados Unidos) y que nos revela lo importante que es volver a un hábito tan saludable como es comer sano en casa.
Además de los obvios beneficios que traen estas exquisitas y equilibradas recetas, comer comida casera ayuda a recuperar la calma y la armonía en el hogar, en la mesa junto a nuestros seres más queridos.
Conciliar la vida familiar con la laboral puede ser muy difícil, pero debemos intentarlo en la medida de lo posible, pues estamos invirtiendo en nuestra felicidad.
La comida casera posee muchos beneficios que te explicamos a continuación.
Permite que controlemos nuestro peso
En muchos países, como Estados Unidos, la cultura del buen comer es escasa. Es una tendencia que se repite en muchos países, incluso en los del Mediterráneo, que usualmente son conocidos por poseer la mejor dieta del planeta.
El gran problema es la comida rápida. Claro, nos ahorra tiempo, nos satisface rápido y concilia bien con los tiempos del trabajo. Pero las consecuencias de hacerla un hábito son graves:
- Mayor sobrepeso
- Enfermedades cardiovasculares
- Nutrición deficiente
- Desembolso económico
Basta con empezar a cocinar alimentos orgánicos y saludables que sean ricos en antioxidantes, vitamina B u Omega 3. Esto haría que nuestra salud mejorase completamente ¡Le ganaríamos la batalla a la obesidad!
Nos hace volver a las buenas tradiciones
Cada vez que celebramos algo, nuestro impulso es reunirnos con amigos y familia en un restaurante. Los más pequeños aman ir a los famosos centros de comida rápida a celebrar sus cumpleaños, y así vamos alejando muchos grandes eventos del hogar.
Con las crisis económicas y sociales que se han dado en algunas partes del mundo, por obligación hemos debido limitar estas prácticas, lo que nos ha permitido recuperar esta agradable tradición propia de nuestros padres y abuelos.
Preparar una rica comida casera es un acto de cariño y creatividad que nos invita a vivir el presente: no existen prisas, sino sólo el afán de ofrecer lo mejor a los que más queremos.
Comer comida casera es cómodo, económico y divertido, pues estamos en un entorno amable que nos permite estrechar más aún los vínculos con los nuestros. Además, hacer una buena comida y saber que ha sido bien recibida es todo un refuerzo para nuestra autoestima.
Es un valor para nuestros hijos
El Journal of the American Dietetic Association dice que comer en casa es un hábito muy saludable que ayuda en el desarrollo de niños y adolescentes. Esto en base a un estudio llevado a cabo en el espacio de 10 años, donde averiguaron si los hábitos alimenticios afectaban el desarrollo de los niños.
Encontraron que comer siempre a la misma hora y en familia favorecía la comunicación entre padres e hijos. Como consecuencia, los niños crecen más sanos y con menores índices de sobrepeso.
Además, seguir un modelo saludable, como una dieta rica en vegetales, fruta y comer junto a la familia, hará que los niños continúen perpetuando esa costumbres en la adultez.
Poseemos un mayor control sobre alergias alimentarias
De seguro te ha pasado más de alguna vez que luego de comer fuera, terminas experimentando un malestar en el cuerpo que deriva en una intoxicación alimentaria. La comida casera nos evita estos problemas, pues nos permite controlar la calidad de los alimentos. Además, podemos conservarlos apropiadamente y asegurarnos que ninguno dañará a los nuestros.
Comer en casa también nos permite controlar las cantidades que ingerimos, para nutrirnos de forma óptima y digerir de forma adecuada.
Está lista en apenas media hora
La falta de tiempo no es excusa para no comer comida casera, pues hay platos saludables que se pueden hacer en sólo media hora. Algunos tips para ahorrar tiempo son:
- Tener la nevera con todo lo que necesites
- Invertir en buenos alimentos orgánicos
- Ten caldos caseros en tu nevera para ahorrar tiempo
- Ten previsto lo que deseas comer con anterioridad, idealmente el día anterior
- Conserva bien las sobras para hacer platos originales y sanos (por ejemplo, el pollo del día anterior te puede servir para preparar una ensalada mixta)
¡Pruébalo!