Ciertamente a los humanos nos encanta arriesgarnos, probar lo desconocido y desafiar nuestra buena suerte: sea comprando un boleto de lotería, haciendo deportes extremos, subirnos a una montaña rusa o -como nuestros antepasados- probar alimentos nuevos. A veces algo tan simple como comer puede causar un shot adrenalínico, pues en muchas ocasiones nuestra salud y nuestras vidas dependen de las cualidades de un chef de cocina.
Y, aunque no lo pienses a menudo, así es: no sólo depende de su tratamiento del producto, también de las condiciones del almacenamiento y -en algunos casos- los reflejos que la comida pueda tener después de su muerte.
A continuación te mostramos 10 platillos de todo el mundo que te podrán dar ese impulso de adrenalina, incluso uno más fuerte que subirte a una montaña rusa. Es que algunos de ellos son, literalmente, para morirse.
El pez globo Fugu
Esto sí es jugar al filo de un cuchillo: este tierno pez es un sabroso manjar japonés que contiene un veneno mortal llamado tetrodotoxina, para el que no hay antídoto. Esta sustancia se encuentra en su piel, ovarios, gónadas e hígado.
Todos los chefs que lo preparen deben estar especialmente calificados para hacerlo. La capacitación para poder trabajar alrededor de sus peligrosos órganos lleva un mínimo de tres años, y la preparación de este pez está estrictamente controlada por la ley japonesa. Por ejemplo, desde 1984 se ha prohibido servir el hígado, que es la parte más venenosa y más sabrosa del pez.
Cerebro de mono
Es un manjar, pero también puede considerarse una crueldad. Esta comida se consume en algunas tribus de Asia y África, aunque es una tradición que está siendo cada vez más condenada: en China, servir sesos de mono se castiga hasta con 10 años de prisión.
Al comer este tipo de platillo te arriesgas a contraer la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que puede causar daños severos en nuestro cerebro, e incluso la muerte.
Anacardos
El consumo de esta deliciosa nuez originaria de Brasil está bastante expandido, así que puede que te sorprendas con esta noticia. El asunto con ellas es que nunca te las debes comer crudas.
De hecho, aquellos anacardos crudos que vemos en los estantes de supermercados, en realidad han sido cocidos al vapor para eliminar el urushiol, un químico hallado también en la hiedra venenosa. Los niveles de urushiol hallados en estos anacardos pueden resultar mortales. En la foto superior puedes verlos tal y como salen del árbol.
Hákarl
Este platillo, una especialidad de islandia, en realidad está hecho con el tiburón de Groenlandia, que no tiene tracto urinario ni riñón. Por ello, todas las toxinas de su cuerpo se absorben directamente en la piel. Por ello, el Hákarl se cura con un proceso de fermentación especial, y luego se deja colgado secando entre 5 y 6 meses.
Luego, se sirve con un pan de centeno. Algunas personas se quejan de que no tiene buen sabor, así que no sé si estoy muy segura de asumir el riesgo que puede implicar probarlo.
Pangium edule (o “la fruta del fútbol”)
Esta fruta dulce y aromática es originaria del sudeste asiático y requiere de una complicada preparación para que el veneno que contiene -el mortal cianuro de hidrógeno- llegue a tu organismo.
La receta es la siguiente: hierve las semillas sin sus conchas, entiérralas en hojas de plátano y ceniza por 40 días ¡y listo! Bastante simple, creo. Aunque si quieres no correr un riesgo, mejor mantente alejado de ella, aunque te perderás su buena cantidad de hiero y vitamina C.
Sannakji (pulpo vivo)
Un plato muy popular en Corea del Sur y Japón que no es para los débiles de corazón y convicción, pues involucra tragarte con toda seguridad algo que todavía se está moviendo.
El peligro de este plato es que las ventosas del pulpo tienen su poder de agarre intacto, incluso si el animal ya falleció. Esto resulta en unas 6 muertes por sofocación al año. Si quieres evitarlo, pues tienes que masticar con cuidado o pedir que te lo traigan en pedazos pequeños.
Almejas de sangre
Esta almeja cultivada en el sudeste asiático recibe su nombre debido al líquido rojo de hemoglobina que se halla en sus tejidos blandos. Consumirlas es muy peligroso pues estas especies viven en ambientes poco oxigenados y necesitan alimentarse de virus y bacterias -como la hepatitis A, la hepatitis E, tifoidea y disentería- para poder sobrevivir.
El método tradicional de Shanghai para cocinar estas almejas sólo implica ebullición rápida, por lo que los organismos patógenos que los crustáceos tengan en su interior terminan sobreviviendo. Esto provoca una alta tasa de infección entre sus consumidores, lo que es una pena pues es bien sabido que son deliciosamente crujientes y tienen un sabor muy fino.
Yuca o mandioca
Este vegetal originario de América del Sur es una comida popular en los países en desarrollo debido a su alta cantidad de nutrientes y almidón. También se cultiva en algunas regiones tropicales.
Pero si se come crudo, la yuca puede producir cianuro, una sustancia mortal para los humanos. Para asegurarte de quitárselo debes hervirla, hacerla puré, asarla a la parrilla hornearla, freírla o cocerla al vapor. Además, si eres alérgico a la goma de látex, es posible que seas alérgico a la yuca también.
Bayas de saúco
Un aspecto delicioso tienen estas bayas, pero su lado sombrío es realmente impactante: sus hojas, semillas y ramitas contienen cianuro, por lo que debes eliminarlas y comerlas sólo cuando estén completamente maduras y cocidas de manera adecuada.
Si no lo haces, las consecuencias no serán divertidas: tendrás diarrea severa y convulsiones. Mirando su lado positivo, estas bayas ayudan a combatir virus como la gripe y reducen la inflamación.
Fruta ackee
Esta extraña y misteriosa fruta puede causar la enfermedad del vómito de Jamaica, que puede resultar letal. Lo irónico viene ahora: el ackee es la fruta nacional de Jamaica.
Para poder comer este platillo originario del oeste de África debes retirar las semillas negras y comerla completamente madura. Así, evitarás las toxinas hipoglicina A e hipoglicina B, que causan la terrible enfermedad.
Quizás esta lista te mantenga alejado de estos alimentos o te aliente a probarlos. En cualquier caso, esta información te será útil para saber cómo manejarlos y a tener precaución. Esperamos no haberte asustado demasiado.