La maternidad es una de las cosas más bellas de la vida, pero lamentablemente no todos la entienden de la misma manera, ni comparten sus significados. Especialmente cuando se trata de personas con una historia de abuso hacia los demás.
Esta madre primeriza, de 23 años, aprendió bastante luego de un desagradable altercado en un supermercado.
La mujer, fundadora del sitio de productos para chicos Right Brained Mom, se encontró en esta situación a los dos meses de haber traído al mundo a su primer bebé.
Mientras estaba en el supermercado, casi a punto de terminar las compras, notó que su bebé se ponía inquieto. Comenzó a llorar y sabiendo instintivamente que era por hambre, buscó un lugar donde darle de comer. Encontró una banqueta desocupada en el sector de atención al cliente de la tienda y comenzó a alimentarlo.
En ese momento ocurrió el desagradable encuentro, alguien se acercó a la mujer y le dijo:
“Sabes, tenemos baños donde podrías hacer ESO”
Miró al hombre que le había hablado y le pareció conocido. Fue ahí cuando conectó que ese mismo personaje, era uno de los que cuando ella se encontraba en el colegio, la había atormentado porque no tenía senos.
La mujer recordó todos esos momentos de comentarios violentos que él le profirió, solo por cómo se veía su cuerpo y entonces no pudo más. Le lanzó un ataque verbal de 5 minutos y terminó por ponerlo en su lugar.
Ella contó su historia por las redes sociales de su negocio y lo que más la enfureció fue darse cuenta que esa persona en realidad no tenía ningún motivo para agredirla. En el pasado lo había hecho porque era una adolescente sin senos y ahora lo hacía porque era una mujer haciendo uso de ellos de la manera más natural que existe.
Ella aprendió que algunas personas no necesitan un motivo para descargarse frente a los demás. Por eso es mejor ignorarlas o en el peor de los casos, tomarse un tiempo para ponerlos en su lugar, así como lo hizo ella.
Incluso le dijo que se fuera a comer su almuerzo al baño, una frase que seguramente lo dejó pensando.