Hay pocos en el mundo que nos entregan la calma que nos da el mar, tan solo escuchar las olas golpeando la arena y sentir el viento en nuestro cuerpo nos transporta a un lugar mágico, fuera de nuestra realidad, sin importar si en ese momento estamos pasando por una mala situación.
Pero esto no es solo una sensación, sino que la ciencia a demostrado que existe una relación directa e inmediata entre el mar y nuestro bienestar.
Una investigación realizada por la Facultar de Ciencia Marítimas de la Universidad de Kobe, señala que el mar, sus olas y su melodía entran directamente a nuestro cerebro. Las patrones sonoros son reconocidos por nuestra mente, desatando calma y placer. Todo el escenario se vuelve propicio para relajar la mente: la arena en los pies junto con los colores y aromas del mar.
Esto a la larga tiene efectos positivos en la salud mental de las personas. La parte del cerebro que recibe los efectos del mar es la corteza prefrontal, la parte de nuestra mente que se dedica a evaluar las emociones y realizar las reflexiones personales. Es decir, el mar tiene un efecto en nuestras emociones similar o más fuerte al que puede llegar a inspirarnos una persona querida.
Las grandes ciudades tienen un gran atractivo para poder estar conectados con la tecnología y los panoramas, sin embargo nada supera el conocimiento ancestral y el poder de la naturaleza sobre el ser humano.
Según los estudios, las personas que viven cerca del mar son los más felices del mundo.
Aprovecha el mar si vives cerca de él y si no, escápate de la ciudad y disfruta de este gran regalo de la naturaleza.