Katrina es dueña de casa y atiende a su marido. Ella se inspira en las mujeres de los años 50 y se levanta a las 6 a.m para comenzar sus tareas de esposa y ama de casa.
Katrina Holte a sus 30 años dejó su trabajo y comenzó a encargarse de las tareas del hogar y de atender a su esposo. Ella está orgullosa de aquello y cree que todas las mujeres deberían considerar esta opción.
“Los hombres deberían ser mimados por sus esposas”, dice Katrina sobre su relación con Lars, su esposo de 28 años que es gerente en ingeniería.
Además de atender a su esposo y ser dueña de casa, ella se inspira en las mujeres de los años 50 que se quedaban en casa por obligación y que debían encargarse de sus hijos.
“Siento que estoy viviendo como siempre quise. Es la vida de mis sueños y mi esposo comparte mi visión”, dice Katrina que realiza quehaceres del hogar cada día.
“Estoy de acuerdo con valores pasados de moda, como ser ama de casa, cuidar de su familia, cuidar a las personas que viven en ella y mantener su casa en excelentes condiciones, para que todos se sientan relajados”, dice Katrina.
Su día comienza buscando ropa para su esposo a eso de las 6?30 a.m. Luego prepara el desayuno para él y su almuerzo para que lo lleve al trabajo. Tras esto plancha, lava y ordena su hogar.
Cuando su esposo Lars vuelve a casa, la cena está lista y juntos se divierten con tradicionales juegos de mesa, escuchan vinilos y ven programas antiguos para que su hogar sea lo más parecido a uno de décadas atrás.
Katrina disfruta su vida y su esposo está sumamente feliz.