Como cualquier día, Uraiwan Seksuk colgaba ropa en el patio de su vivienda en Tailandia, cuando sintió una extraña vibración en el suelo. La mujer miró a su alrededor y de pronto vio, en uno de los bordes del concreto, que se asomaba nada más ni nada menos que la cola de una serpiente enorme.
Personal de emergencia se desplazó hasta la vivienda de la mujer, pero no pudo sacar al animal -que pesaba unos 20 kilogramos– ya que la mayoría de su cuerpo se encontraba bajo el cemento. Por ello, debió intervenir la Policía local.
Luego de romper el suelo con una maza, confirmaron que debajo del concreto se encontraba una enorme pitón birmana, una de las especies más grandes del planeta.
El reptil respondió agresivamente al personal, pues se sentía agredido, pero las autoridades lograron inmovilizarlo y trasladarlo hasta una camioneta para devolverlo a su hábitat natural.