Un estudio señala que el aceite de soja, el más consumido en Estados Unidos puede causar daños en el sistema nervioso.
El consumo de este aceite ya se ha relacionado con obesidad y diabetes, pero un nuevo estudio de científicos de la Universidad de California Riverside confirmaría que también puede causar daños neurológicos.
Incluso el estudio desmiente que la soja Plenish es más saludable pues se trata de soja transgénica que fue lanzada por Dupont el 2014 y que fue diseñada para tener bajo ácido linoleico y menos grasas trans durante su cocción.
Los usos de este aceite van desde la comida chatarra hasta ser usado para alimentar ganado.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Endocrinology comparó ratones alimentados con aceite de soja convencional, con alto ácido linoleico, aceite de soja Plenish y aceite de coco.
Los científicos encontraron efectos en el hipotálamo donde ocurren procesos neuronales.
Las diferencias en los resultados son significativas.
En los ratones alimentados a a base de soja hubo una desregulación de 100 genes hipotalámicos.
“El hipotálamo regula el peso corporal, mantiene la temperatura corporal, es fundamental para la reproducción y el crecimiento físico, y en las respuesta frente al estrés”, dijo Margarita Curras-Collazo, autora del artículo.
Los genes en ratones alimentados con soja no funcionan correctamente. Uno de los genes produce la hormona del amor, la oxitocina y en aquellos alimentados con dos tipos de aceite de soja, la oxitocina disminuyó.
Estos descubrimientos podrían tener ramificaciones en el metabolismo energético y en enfermedades como el autismo o el Parkinson, aunque no se hicieron pruebas especificas para saber si este tipo de aceite causa dichas enfermedades.
Un estudio separado de investigadores de UCR encontró en 2015 que el aceite de soja induce obesidad, diabetes, resistencia a la insulina e hígado graso en ratones y en 2017 otro estudio demostró que el aceite de soja modificado para tener bajo ácido linoleico induce menos a la obesidad y resistencia a ala insulina.
Aún no se sabe que productos químicos generan efectos en el hipotálamo pero se ha descartado el ácido linoleico, ya que este cuando es bajo también produce alteraciones genéticas, y el estigmasterol químico similar al colesterol que es natural en el aceite de soja.
“Si hay un mensaje que quiero que la gente se lleve, es este: es necesario reducir el consumo de aceite de soja”, dijo Deol, coautor del artículo.
Los hallazgos se aplican sólo al aceite de soja y no a otros productos derivados de la soja ni a otros aceites de tipo vegetal. Además esto deja en claro que es contraproducente diseñar un alimento que sea bueno para el corazón si va a causar daños en el cerebro.