Es bastante fácil hacer el pastel de zanahoria, pues consiste en un bizcocho hecho a base de zanahoria y nuez picada, junto con una tradicional cobertura de color blanco. Te entrega un contraste exquisito de sabores que resulta poco común, y que podrás rellenar y decorar según lo prefieras.
Esta receta es de dificultad media y no te tomará más de 45 minutos.
La zanahoria es un tubérculo muy nutritivo, por lo que esta es una buena forma de integrarla en la dieta, especialmente de los más pequeños.
Ingredientes:
- 4 huevos
- 2 tazas de zanahoria rallada
- 300 gramos de azúcar
- 210 gramos de harina (1 taza y media)
- 1 taza de aceite vegetal
- 2 cucharaditas de polvos para hornear o levadura
- Media taza de nueces picadas
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- 2 cucharaditas de canela en polvo (opcional)
Para la cobertura blanca:
- 200 gramos de queso crema suave tipo Philadelphia
- 1 taza de azúcar
- Media barra de mantequilla
Preparación:
Empezamos la masa del bizcocho batiendo los huevos hasta que tomen una textura espumosa. Mientras, pone a precalentar tu horno a 180 °C.
Luego, añade el harina, el azúcar y los polvos de hornear bien tamizados alternándolos con el aceite mientras sigues batiendo. Así, será más fácil integrar todos los ingredientes y lograr una masa homogénea y sin grumos.
Quedará mucho más esponjoso si tamizamos la harina junto a los polvos de hornear.
Ahora añade la zanahoria rallada y las nueces picadas, siempre sin dejar de batir. Si quieres, puedes agregar una cucharadita de canela en polvo o esencia de vainilla.
Cuando la masa esté bien mezclada, unta con mantequilla un molde apto para horno y vierte la mezcla en él. Hornea el bizcocho durante una media hora, pero revisa que esté bien cocido.
Mientras dejas horneando la tarta, prepara la cobertura.
En un recipiente, mezcla el queso crema junto a la mantequilla, y luego incorpora de a poco el azúcar glass sin dejar de batir. Si puedes, usa varillas eléctricas para esta mezcla porque te darán un resultado más suave y cremoso.
Una vez que el bizcocho esté listo, déjalo enfriar y luego córtalo por la mitad para rellenarlo con una fina capa de la mezcla. Si no quieres rellenarlo, puedes untar el frosting de queso en la parte superior y los bordes.
Decora con zanahoria rallada, nueces picadas o con pequeñas zanahorias hechas de fondant. También puedes reemplazar la cobertura blanca por crema pastelera, frosting de vainilla o de chocolate blanco.
