Victoria’s Secret cada año muestra un show que ya es mundialmente conocido por sus “ángeles” que son modelos realmente bellísimas que siguen absolutamnete todos los cánones impuestos por la sociedad. Cada año, lucen despampanantes en la pasarela y aunque muchas de ellas siguen dietas no tan saludables como deberían, otras definitivamente se niegan a pasar hambre, por ejemplo, Jasmine Tookes. Ella es una bella morena dotada de una fabulosa y estilizada genética, es cierto, pero también es una aficionada a la vida Fitness. Quizá por eso su figura difiere mucho a la del resto de sus compañeras.
El día de hoy, les traemos una nota que se trata de Samantha Fehd del portal Spoon University, quien quiso probar los aspectos positivos de la rutina del ángel de Victoria y demostrar los grandes y buenos cambios que puede sufrir un cuerpo comiendo saludable. En ese sentido, vivió por una semana como Tookes y éste fue el resultado:
1.Desayuno
Los bol de acaí para comenzar el día son los favoritos de la modelo. Están compuestos de batidos de fruta con espinacas y otras verduras. Se acompañan con mantequilla de maní, leche de almendras y algo de proteína vegana. Otra de las opciones es avena con plátano o huevos duros con tostadas integrales.
2. Almuerzo
Pollo a la parrilla con muchos vegetales y un poco de arroz. Se puede variar con otras proteínas y mix de ensaladas.
3. Cena
Durante una entrevista con Allure, Jasmine comentó que comía muchísima proteína debido a su arduo entrenamiento. Dijo que se ejercita tres veces a la semana y cuando se prepara para los shows, entrena los siete días. Por eso, come pescado al horno con verduras.
4. Aperitivo o snacks
Usualmente come manzana con mantequilla de maní o una barra de proteína con chocolate.
El resultado
Samantha nos reveló que una semana comiendo igual que la modelo no hizo grandes efectos en su organismo, pero sí los suficientes como para concluir que el resultado es efectivo. Se ejercitó 50 minutos tres veces por semana, bebió más agua y comió más proteínas, frutas y vegetales de lo que acostumbraba dejando a un lado las magnas cantidades de carbohidratos.
Según lo vivido por ella, comer de este modo no hace lucir como una modelo de Victoria’s Secret ya que para eso se necesita ser genéticamente alta y espigada, pero definitivamente sí se logra tener más energía, ánimo y mejor calidad de vida. Afirmó que se sentía liviana y, la mejor parte, no le dio hambre para nada.