En Pichos, un pueblo de Perú, se cultiva principalmente maíz, un grano que abunda en la zona. Por lo mismo, durante la cuarentena en donde se aislaron totalmente, decidieron alimentarse únicamente de este recurso haciendo chancha y harina, entre otras preparaciones.
De esta manera, como ningún poblador salió de la zona para hacer viajes comerciales, manteniendo una estricta cuarentena impuesta por la alcaldía, no se han registrado casos de contagio de COVID-19 a la fecha.
A cuatro meses del inicio de la cuarentena, Pichos se ha autosustentado con sus propios cultivos y ha sido el único lugar del país al que no ha llegado el virus.
Sin embargo, el sobreabastecimiento de maíz ahora es un grave problema. En plena temporada de cosecha, tienen más de 40 toneladas de maíz en riesgo de perderse, por lo que esperan vender pronto a compradores locales, regionales y locales.
“El maíz es uno de los productos más afectados por la pandemia, hoy estamos en la época de nuestra cosecha, somos conocidos como la cuna del maíz milenario, nuestra agricultura está siendo afectada por el hecho de que no podemos participar en el libre mercado.
Pero de alguna manera, nosotros como autoridades estamos articulando, buscando instituciones para que podamos vender nuestros productos a buen precio”.
Cristian Alejo Arotoma, alcalde de Pichos
Este distrito está dentro de los cinco más pobres de Perú, pero fue uno de los que mejor aguantó la crisis sanitaria gracias a la autosustentabilidad.