La inflamación de un ganglio linfático es bastante común, el 80% de los casos es simplemente una inflamación, señal de que el cuerpo está combatiendo una infección.
Si la inflamación no tienen motivo aparente, se mantiene en el tiempo, es dura o gomosa y hay fiebre persistente, entonces sería bueno acudir al médico.
Función de los ganglios linfáticos
El sistema linfático es una especie de red compleja de drenaje y transporte que recorre todo nuestro cuerpo, formada por órganos, vasos y ganglios linfáticos que transportan el líquido, de los tejidos que rodean las células, hacia la sangre.
Su función es defender y cuidar el sistema inmunitario, depurando las toxinas y filtrando, atrapando y eliminando los agentes patógenos, gérmenes o cualquier sustancias extraña que nos pueda atacar.
Los ganglios linfáticos son como pequeños porotos de un centímetro y medio que están presentes en el cuello, la clavícula, las axilas, los órganos internos y la ingles. Comúnmente no se notan, solo cuando se inflaman.
Ganglios inflamados
La inflamación de los ganglios se produce generalmente por una infección viral, como el resfriado o la gripe, pero también hay otras causas:
- Infección por un diente. Puede provocar la inflamación de cualquier ganglio del cuello, por eso es importante una buena higiene bucal
- Infección de oído. Si es grave deriva en una inflamación de los ganglios linfáticos
- Infección en la piel o herida
- Úlceras bucales
- Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
- Sarampión
- Tuberculosis o amigdalitis
- Trastornos inmunitarios como artritis reumatoide o lupus
- Efectos secundarios de algún medicamento
- Toxoplasmosis o fiebre por arañazo de gato
- Mononucleosis
- Algunas infecciones de transmisión sexual
- Leucemia, linfoma u otro tipo de cáncer
- Tener defensas bajas
Síntomas de ganglios inflamados
Es muy común que luego de una gripe tengas un ganglio linfático inflamado, quizás notes un pequeño bulto debajo de la axila, en cualquier caso, es signo de que algo no está bien en tu cuerpo.
Su presencia suele ser bastante evidente, pero es muy importante que también conozcas los síntomas:
- Un bulto en el cuello, la clavícula, la axila o la ingle
- Sensibilidad y dolor en los ganglios linfáticos
- Puede ir acompañado por algo de fiebre o sudoraciones nocturnas.
- Garganta dolorida o moqueo, dependiendo de la ubicación del ganglio
- Ganglios duros que crecen rápidamente, lo que indicaría un posible tumor
- Una inflamación general de los ganglios puede indicar una infección mayor
¿Cómo prevenirlo?
Para prevenir ataques al sistema linfático es necesario mantener el sistema inmunitario en buen estado:
- Vitamina C. En jugos naturales de naranja, limón o toronja por la mañana. En ensaladas de fruta como fresas, kiwis o papayas.
- Vitamina E. Presente en todas las verduras de hoja verde, los alimentos integrales y los frutos secos.
- Aumenta el hierro, selenio y zinc. Presente en la carne magra, as legumbres, la calabaza, el aceite de oliva y el salmón.
- Realiza ejercicios de intensidad moderada regularmente.
- Cuida tus niveles de estrés. Al producir cortisol y adrenalina se altera el funcionamiento del sistema inmune.
Cuida tus hábitos alimenticios, maneja bien tus emociones y realiza ejercicio físico regularmente para cuidar tus ganglios.