La aparición de las venas várices es un problema estético que nos afecta a todos. Se trata de unas venas retorcidas e inflamadas que pueden notarse a simple vista, sobre todo en las piernas y los pies. Muchos no presentan dolencias asociadas, pero casi siempre es necesario intervenirlas porque desencadenan otra variedad de síntomas que afectan la calidad de vida.
Aunque se suele pasar por alto, esto es una señal inicial de problemas circulatorios que pueden causar complicaciones graves en la salud. Afortunadamente, antes de que esto pase, podemos acceder a varios tratamientos de uso externo que ayuda a disimularlas mientras se restablece la circulación.
Existe un remedio casero a base de ajo y naranja cuyas propiedades pueden aprovecharse como complemento para aliviar este problema. El producto no es milagroso, pero su aplicación constante puede mejorar la circulación en las zonas problemáticas para disminuir su aspecto.
Entre otras cosas ayuda a relajar las piernas cansadas y calma esa incómoda sensación de pesadez que se produce por la retención de líquidos.
Beneficios del ajo contra las várices
El ajo es uno de los ingredientes más populares de la medicina tradicional. Concentra importantes nutrientes esenciales que pueden ayudar en e tratamiento de varios problemas que quejan con frecuencia la salud.
- Contiene compuestos de azufre que ejercen un efecto antiinflamatorio y antioxidante que beneficia la salud cardiovascular.
- Se le atribuye un efecto casodilatador que ayuda a destapar las arterias en caso de acumulación de lípidos o estrechamiento.
- Activa la circulación sanguínea y previene la formación de coágulos, varices y otros trastornos inflamatorios.
- Calma la sensación de hormigueo y pesadez que, muchas veces, se originan por las dificultades inflamatorias.
- Reduce el dolor en la zona inferior del cuerpo, ya que ayuda a retornar la sangre hacia el corazón sin tanta dificultad.
Beneficios de la naranja contra las várices
No es el ingrediente natural más popular para el tratamiento de las venas varicosas, pero la naranja en un interesante complemento para ayudar a controlar este problema.
- Su mezcla con el ajo disminuye la dilatación de la venas y restablece el paso de la sangre.
- Relaja las zonas afectadas y disminuye la pesadez, el dolor y la sensación de entumecimiento con que se acompaña esta condición.
- Ayuda a reducir la retención de líquidos en las piernas, un factor que se relaciona con las dificultades en la circulación.
- Adicional a esto, actúo como tónico para la piel, ayudando a conservar su elasticidad y firmeza.
Remedio casero de ajo y naranja
Este remedio es una alternativa para algunos ungüentos y productos de uno tópico que suelen distribuir para el alivio de las várices. Sus efectos no se consiguen de forma inmediata, pero tras varias aplicaciones se empieza a sentir una mejoría. Por este motivo es importante ser constantes con su aplicación para obtener resultados satisfactorios en menos tiempo.
Ingredientes
- 3 naranjas
- 5 dientes de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva (32 gr.)
Preparación
- Extrae el sumo de las naranjas y viértelo en un frasco de vidrio.
- Pela los ajos, machácalos hasta obtener una pasta y agrégala al frasco.
- Incorpora el aceite de oliva y remueve todos los ingredientes con una cuchara de madera.
- Tapa el frasco y déjalo reposar durante 10 o 12 horas antes de su uso.
Aplicación
- Frota el tratamiento sobre las zonas afectadas por las varices.
- Realiza un masaje durante 5 u 8 minutos para potenciar la absorción de sus nutrientes.
- Pasado ese tiempo, envuelve la zona con film plástico, sin apretarla demasiado.
- Deja actuar durante 40 minutos y enjuaga.
- Repite el proceso cada noche antes de acostarte, o por lo menos, 3 veces a la semana.