Según un reciente estudio el océano tendría un efecto positivo en las personas ya que sería capaz de calmarnos e incluso de cambiar la química de nuestro cuerpo.
Aquí te dejamos todo detallado para que la próxima vez escojas un destino en la costa para tus vacaciones o días libres.
El mar, un remedio para muchas generaciones
En el siglo XIII William Buchan, un médico de la época, recetaba a sus pacientes un viaje a la costa para seguir una terapia de baños e incluso algunos hospitales se construyeron en estas zonas debido al gran beneficio que tiene para cuerpo y mente el estar cerca y apreciar los océanos.
Oxigenamos nuestro cuerpo y ayudamos a que nuestra mente descanse
Un equipo científico realizó un proyecto llamado BlueHealt (Salud azul9 para estudiar la influencia que la playa tiene en los humanos descubriendo que el sonido de las olas estimula la corteza prefrontal del cerebro que es la encargada de las emociones y de la reflexión personal, obteniendo como resultado el hecho de que el mar amplia la capacidad de autoconocernos y de sentirnos bien en lo emocional.
Las ondas del mar también influyen en el que nos sintamos bien. Otra investigación concluyó que en la playa, nuestro organismo absorbe los iones negativos que despiden las ondas mencionadas produciendo cambios moleculares lo que nos hace capaces de absorber más oxigeno y de regular los niveles la serotonina que controla la ansiedad, logrando que sintamos paz, una similar a al que se siente luego de hacer yoga.
El mar disminuye nuestro estrés y nos transporta al vientre de nuestra madre
El sonido del mar, según los especialistas, disminuye nuestros niveles de cortisol, hormona causante del estrés. Incluso se ha sugerido que el mar nos recuerda el latido de nuestras madres cuando estábamos en el vientre materno, lo cual repercutiría en la protección y seguridad que sentimos.
La superficie del mar nos hace sentir seguros
“Cuando miramos hacia el mar, o a lo largo de la costa, percibimos un entorno predecible y estable”, dijo el neurocientífico Michael Merzenich. Fue el quien dijo que nos sentimos seguros en zonas alejadas de animales salvajes o de los delincuentes de la ciudad y que la imagen de que el mar se pierde en el horizonte, le da al cerebro una sensación de paz y seguridad.
Si vas al mar en un día de sol, recibirás un impulso químico de felicidad
Cuando tomamos sol en la playa, el calor de este astro influye en nuestro sistema endocrino que libera endorfinas, el mismo químico que te hace sentir feliz cuando comes chocolate. Debes tener claro que para tomar sol debes aplicarte bloqueador solar y mantener tu cuerpo hidratado.