Levantarse por la mañana con un dolor de mandíbula puede ser algo que parece muy común para muchas personas, que no le dan la importancia necesaria, pero pasan los días y llegan los mareos, zumbidos en los oídos y un dolor de cabeza poco habitual que les alerta de que algo más está pasando. Estos son muchos de los síntomas asociados al bruxismo y se trata de una de las dolencias más comunes de las que no somos conscientes, ya que al principio es muy difícil reconocer, pero el bruxismo se describe como la condición de dormir apretando los dientes o rechinándolos con gran intensidad.
Generalmente, nuestro dentista nos prepare unas férulas con las que deberemos dormir, y que impedirán esos movimientos extraños en la boca.
Para prevenir y tratar el bruxismo debemos saber también qué lo provoca. Estamos seguros de que esta información te va a parecer interesante.
El bruxismo es apretar o rechinar los dientes sin darnos cuenta por las noches. Algo tan extraño que se hace durante horas y a lo largo de muchas semanas e incluso meses, termina ocasionando varias consecuencias. Es más, apretar los dientes durante varias horas cada noche, es ejercer una presión considerable sobre los músculos de la boca y otras estructuras de la propia mandíbula. De hecho, hasta es común que este acto inconsciente pueda ser audible incluso por nuestros compañeros de sueño.
Síntomas más comunes
Dolor en la mandíbula
Dolor de cabeza nada más levantarnos
También podemos sentir mareos o cierto dolor en la parte de las cervicales
Es común experimentar dolor además de oídos, incluso zumbidos muy molestos (acúfenos)
De sufrir bruximo durante muchos años y no seguir ningún tratamiento, los dientes pueden desgastarse. Es algo muy llamativo
Al abrir la boca podemos sentir un especie de “chasquido”
Notaremos cierta sensibilidad al masticar alimentos muy calientes o muy fríos
Hay personas que incluso pierden el apetito, se sienten fatigadas y con un dolor muy intenso en la mandíbula que impide la correcta masticación de los alimentos
Causas del bruxismo
Los médicos creen que el origen esté en el estrés, pero algunos especialistas del sueño también lo relacionan con nuestros hábitos de descanso. El insomnio, por ejemplo, puede hacer que, en ocasiones, se eleve nuestro nerviosismo y acabemos ejerciendo una presión elevada en nuestra mandíbula. Es algo también muy común.
El llevar un ritmo de vida muy activo, con muchas presiones y tareas que cumplir hace también que nuestro descanso sea “inadecuado” y que suframos bruxismo.
Los problemas de pareja y el sufrimiento emocional también puede derivar en ese rechinar nocturno de dientes.
No podemos pasar por alto algo importante: si el estrés se mantienen durante mucho tiempo nuestro sistema nervioso se sobreexcita. Todo ello deriva no solo en bruxismo, sino también en taquicardias, problemas digestivos, de espalda.
Consecuencias del bruxismo si no lo tratamos
Problemas dentales, desgaste de los dientes.
Dolor de cabeza crónico.
Oclusión incorrecta de la mandíbula.
Problemas digestivos al no poder masticar bien los alimentos.
Desgaste de la articulación temporomandibular (ATM).
Problemas en el sistema nervioso que pueden derivar en mareos, desorientación…
Cómo tratar el bruxismo
Férulas
Es la estrategia más comunes para tratar el bruxismo es utilizar férulas. Será nuestro dentista quien nos las recomiende para proteger los dientes de la presión del rechinamiento. Ocupando la férula, conseguiremos evitar, o al menos reducir, el rechinamiento de los dientes. En la mayoría de los casos, es efectiva, pero a veces no resuelve el problema, de ahí la necesidad de tener en cuenta las particularidades de cada paciente.
Ejercicios de fisioterapia para tratar el bruxismo
A parte del tratamiento que nos prescriban médicos y dentistas, en casa sería muy recomendable que llevásemos a cabo estos sencillos ejercicios para recuperar la correcta articulación de la mandíbula, relajar los músculos y reducir el dolor.
Es una serie de movimientos que deberemos realizar cinco veces al día, sentados en una silla con respaldo alto y con reposabrazos.
Se debe abrir la boca 10 veces, mantén esta posición durante 5 segundos y, después, relájate 10 segundos más.
Desplaza la mandíbula inferior hacia un lado, después hacia el otro, muy despacio, y mantén estas posiciones durante 10 segundos. Repítelo 10 veces. Dirige el mentón hacia el pecho 10 veces. Con ello, lo que harás será una sencilla flexión cervical.
Remedios naturales
Te recomendamos que durante la cena comas una manzana o una zanahoria masticándola muy despacio. Así, calmamos la mandíbula hiperactiva. Ademas, antes de ir a dormir, puedes preparar una infusión de tila y salvia con una cucharada de miel.
Puedes realizar simples ejercicios de yoga antes de ir a dormir. Aumenta tus dosis de calcio y magnesio. Es necesario que combatamos el desgaste de los dientes, sin olvidar tampoco la importancia del magnesio para cuidar de nuestro sistema nervioso.
Para terminar, una de las formas más efectivas para tratar el bruxismo es manejar de forma adecuada nuestro estrés. Por eso debes aprender a priorizar aquello que es importante, establece instantes a lo largo del día en los que poder relajarte y disfrutar de tu espacio personal. Si tenemos hábitos de vida más relajados y contamos, además, con la ayuda de médicos y odontólogos, podremos sin duda resolver el problema.