Si bien hay muchos factores que influyen en la aparición de callos en los pies, se empeoran cuando los descuidamos. Algunos de estos factores son la falta de hidratación y el uso de algunos tipos de calzado. Los callos son unas durezas prominentes que por lo genera, están en la zona plantar, y además suelen ser el resultado de la presión que sufren nuestros pies al soportar el peso y ciertas incomodidades o malformaciones.
La verdad es que no significan un problema grave, pero son antiestéticos y pueden presentar complicaciones como las infecciones por hongos y el agrietamiento. Además del gran dolor que producen al caminar. Por eso y aunque a algunas personas no les generen molestias, es conveniente darles un tratamiento para ablandarlos y restablecer la salud de la piel.
El día de hoy, tenemos una gran noticia y es que además de los productos comerciales, existen soluciones caseras de bajo costo que brindan interesantes efectos en poco tiempo. Entre estas opciones nos encontramos con un preparado de aspirinas y limón que, aplicado de forma regular, remueve las células muertas para facilitar la eliminación de este problema.
El tratamiento casero de aspirinas y limón es una simple fórmula que se ha popularizado por su capacidad para exfoliar los pies y disminuir el tamaño de los callos. Si bien no es una solución “milagrosa” con efectos inmediatos, su uso habitual ablanda las durezas y deja la piel suave y renovada. Si los comparamos con los productos cosméticos de las farmacias, sus ingredientes son mucho más económicos y no contienen químicos agresivos para la piel.
Beneficios de la aspirina
Las aspirinas son fármacos de acción analgésica y anticoagulante que suelen emplearse en el tratamiento de los dolores de cabeza, las dificultades circulatorias y la fiebre. Pero, más allá de estos populares usos, su composición le permite ser una interesante opción para mejorar el aspecto de la piel. El tema es que su alto contenido de ácido salicílico, un beta-hidroxiácido, ayuda a exfoliar y limpiar la superficie cutánea, ablandando las partes duras que se forman en los pies. Dicho componente altera el ambiente que necesitan los microorganismos para proliferarse y, gracias a esto, ayuda a detener las infecciones por hongos. Es realmente estupendo para promover el proceso de regeneración celular, ayudando a curar las grietas que suelen formarse por el exceso de sequedad.
Más aún, su acción antiinflamatoria reduce la sensación de cansancio y ayuda a mejorar la circulación.
Beneficios del limón
Se le conoce por sus aplicaciones culinarias y medicinales. Sin embargo, el limón también es un ingrediente con importantes beneficios para la salud de la piel.
Al ocuparlo para los callos, ayuda a eliminar las células muertas que se acumulan en las zonas duras de los pies, reduciendo notoriamente su tamaño. Sus vitaminas y minerales regeneran las células y reducen ese antiestético aspecto duro, seco y agrietado. Sus ácidos tienen un efecto antifúngico que combate los hongos que producen el pie de atleta. Tiene un efecto aclarador que se puede aprovechar para reducir las manchas amarillas o grises que se dan por este problema.
Preparación
Para aprovechar los beneficios de la mezcla de aspirinas con limón, no dudes en seguir las siguientes instrucciones para la elaboración del remedio.
Ingredientes
5 aspirinas
El jugo de un limón
1 cucharada de miel (25 g) (opcional)
Utensilios
Calcetines
Piedra pómez
Preparación
Poner las aspirinas en un motero y tritúralas hasta obtener un polvo fino.
Incorporar el polvo de aspirinas en un cuenco limpio y mezclar con el jugo de un limón.
Si lo deseas, se puede agregar también una cucharada de miel para aprovechar sus cualidades hidratantes.
Mezcla todos los ingredientes hasta que queden bien integrados.
Modo de aplicación
Enjuagar los pies con agua tibia y jabón para eliminar la suciedad de su superficie. Secar con una toalla suave y, enseguida, frotar el tratamiento sobre los callos. Ponerse unos calcetines ajustados para fijar el producto durante 30 o 40 minutos.
Pasado el tiempo indicado, enjuagar con agua tibia y masajear, 2 ó 3 minutos, con la piedra pómez, la que te permitirá retirar con más facilidad los restos de piel muerta. Secar bien los pies antes de usar cualquier calzado y repetir el tratamiento 2 ó 3 veces a la semana. Si tienes callos, o si los notas demasiado secos, prepara este sencillo tratamiento y dales un aspecto renovado a tus pies, sobre todo en el verano.