Actualmente, la hipertensión es una enfermedad muy común. Sus causas pueden variar, originándose por un estilo de vida sedentario, obesidad, hábitos alimenticios e incluso genética. Es un trastorno que puede conllevar serios problemas de salud asociados principalmente a patologías de orden cardiovascular.
Por ello, quienes sufren de presión alta deben realizar cambios en sus hábitos para lograr un estilo de vida saludable que les permita controlar el problema antes de que sus efectos les afecten su salud y bienestar.
La alimentación es uno de los factores que más influyen en el estado de la presión alta, pues una buena o mala dieta se refleja en el estado de la presión arterial. A continuación te entregamos algunos consejos y te orientamos sobre qué alimentos deberías evitar a toda costa.
Qué alimentos evitar:
La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) se basa en una alimentación baja en sal y ayuda a bajar la presión arterial. Para seguirla, debes -entre otras medidas- disminuir el consumo de sodio a no más de 2,3 gramos por día y sumar alimentos ricos en magnesio, calcio, potasio y magnesio.
Al mismo tiempo, deberías excluir algunos alimentos de tu dieta diaria debido a su alto contenido en sodio y grasas saturadas. A continuación te contamos de algunos de ellos.
Fiambres y embutidos
Estos alimentos tienen altos contenidos de sodio y grasa que perjudican la salud de tus arterias y la circulación. La mejor opción es reemplazarlas por carnes magras como pollo o pavo sin piel, ternera o conejo.
Queso
Su alto contenido de sodio influye en el aumento de la retención de líquidos y, como consecuencia, de la presión arterial. Reemplázalo con un queso sin sal añadida, que son mucho más comunes de hallar en el supermercado.
Snacks
Una gran mayoría de snacks que encontramos en el mercado contienen bastante sodio y grasas saturadas. Evita el consumo de frituras, palitos, maní salado y papas fritas, entre otros. Sustitúyelos con pequeñas porciones picadas de frutas y vegetales.
Manteca y margarina
Son muy comunes pues los usamos para preparar muchas comidas, sin embargo su alto contenido de grasa y sodio podría afectar la salud de tus arterias. Reduce su consumo al mínimo o opta por el aceite de oliva en su lugar. Experimentos de la Universidad de Montfort demostraron que el aceite de oliva se mantendría más estable sometido al calor en comparación a las otras grasas.
Productos en conserva o ahumados
Evita las carnes y alimentos ahumados que se compran en el mercado, pues frecuentemente tienen un alto contenido de sodio gracias al que se conservan más tiempo.
Aderezos
La mayonesa, la salsa golf, mostaza, ketchup y otros aderezos tienen alto contenido de sodio, así que lo mejor es reemplazarlos con salsas caseras sin tanta sal y bajas en grasa.
Bebidas con cafeína
Aunque se continúan haciendo estudios para determinar el alcance de la cafeína en la presión arterial, se ha comprobado que su consumo aumenta la tensión de forma repentina. Lo que se desconoce es si esto es un efecto temporal o duradero.
Por ello es que suele recomendarse minimizar o incluso evitar bebidas que contengan cafeína, que incluyen el café pero se extiende hasta los diversos refrescos con cafeína e incluso el té negro. La cafeína estimula la producción de adrenalina y cortisol, lo que elevaría la presión.
Otros hábitos para evitar:
- Consumo de bebidas alcohólicas: pues aumentarían la presión arterial.
- Sedentarismo: tarde o temprano, llevar un estilo de vida sedentario generaría problemas de salud como la presión arterial. En esta afección influyen factores como la obesidad y los índices altos de colesterol malo.
Si sufres de hipertensión, acude a tu médico para que te dé una dieta acorde a tus necesidades metabólicas. Nunca te automediques ni cambies tu alimentación sin consultarlo con un especialista antes.