Hay productos de uso común, que todos tenemos en nuestras alacenas y que sirven para una variedad mucho más grande de aplicaciones que aquellas para las que usualmente los destinamos. Basta conocer sus propiedades para comenzar a beneficiarse de sus efectos medicinales, pues ya se encuentran al alcance de la mano y generalmente son libres de efectos secundarios.
El vinagre es uno de estos productos, pues seguramente ya lo tienes en tu alacena y lo usas sólo en la cocina. Pero hay mucho más escondido detrás de lo que parece un simple aderezo.
El vinagre funciona de maravilla para mantener la salud y belleza de tus pies: elimina los hongos, previene el mal olor y el pie de atleta.
Más allá del prejuicio que te puede generar su olor, el vinagre es muy efectivo.
Una de sus variaciones, el vinagre de manzana, sirve para combatir la caspa, el dolor de las articulaciones, los dolores de garganta, y los olores corporales (incluyendo el de los pies) ya que posee propiedades antibacterianas.
La reducción del odor de los pies se puede lograr mediante un pediluvio: remojar los pies en una solución que mezcle agua tibia, vinagre y algunas hierbas aromáticas.
Hazlo cada noche antes de dormir, sumergiendo tu pies en un litro y medio de agua fría mezclado con dos tazas de vinagre.
Con este tratamiento tus pies se mantendrán sanos, pues con la eliminación de bacterias y gérmenes logras evitar infecciones debido a su acumulación.