Los padres a veces no saben cómo educar de mejor manera a sus hijos, temen imponer demasiadas restricciones, pero por otra parte saben que es necesario fijar ciertos límites. Esa ambigüedad termina alimentando la falta de control emocional en los niños.
La falta de autocontrol en los niños se manifiesta con las “pataletas”, cuando se echan a llorar y gritar sin control, incluso vencen a sus padres y logran su objetivo. Ante esta situación, la técnica de la tortuga ayuda a que eso no suceda.
¿Cómo enseñar la técnica de la tortuga?
Catalogar a un niño como hiperactivo no siempre es lo correcto, ya que en realidad solo son inquietos, por lo que una crianza deficiente los confunde y los lleva a la angustia. Así es cuando su conducta comienza a ser desobediente, extrema y errática.
Si es el caso de tus hijos, entonces debes saber que la técnica de la tortuga es muy eficiente para promover el autocontrol. Se inspira en la historia de la “Tortuga Manolita”, quien vivía metida en problemas, le respondía mal a la profesora y le daba paradas a sus amigas cuando la empujaban.
Su profesora le enseñó que si estaba muy enojada, podía meterse en su caparazón y contar hasta 10. La tortuga siguió el consejo y todos sus problemas se resolvieron. Así se le enseña a los niños a adoptar esta posición de tortuga, como Manolita, encogiéndose y metiendo la cabeza entre los brazos, como si se tuviera un caparazón en donde meterse.
Trabajar la tensión muscular
Cuando el pequeño esté metido en el caparazón, debe respirar muy fuerte, inspirando y expirando profundamente. Se puede llamar a esta posición “tortuga alfa”. Esto le ayudará a relajar los músculos y eliminar la tensión que acompaña la ira.
Buscar soluciones
Mientras esté dentro del caparazón debe pensar en cuáles serán las soluciones para eliminar el problema. Es importante proponerle ideas o sugerencias para que encuentre una salida por sí mismo.
Abandonar la posición de tortuga
Cuando ya sepa cómo afrontar la situación debe abandonar la posición de tortuga. Ahora debe llevar a cabo su estrategia de solución.
Finalmente entenderá que esto es mucho más eficaz que hacer berrinches y los padres deben practicarlo junto a ellos hasta que lo interiorice.
Beneficios de la técnica de la tortuga
Esta técnica es apta para niños pequeños, entre 3 y 7 años. Se puede emplear un mecanismo similar con los más grandes, adaptándolo a sus intereses y preferencias.
- Desarrolla la autonomía. Si el niño se siente dueño de sus emociones también será dueño de sus conducta. Esto le brinda mayor autonomía y seguridad en sí mismo.
- Aprende a confiar en la razón. El pequeño entenderá, poco a poco, que siempre es mejor pensar antes de actuar. Notará que sus acciones son más eficaces de ese modo y será de gran ayuda en su vida adulta.
- Disminuye los niveles de ansiedad. Cuando el niño siente más control sobre sí mismo, también se sentirá más seguro. De esta manera, sus acciones serán menos conflictivas.
- Incremento de la autoestima. Esta técnica le permitirá tener una mejor opinión de sí mismo, incrementando su autoestima.
- Aumento de la conciencia responsable. El niño evaluará y decidirá cuál será la solución y así podrá entender que él es él.
Aplica esta técnica en tus hijos y verás como poco a poco podrá resolver sus rabietas y mejorará su autoestima.