Todas soñamos con un hombre para el que seamos la luz de sus ojos.
Pero nunca esperamos que ese soñado príncipe azul venga al mundo desde nuestro vientre y que con sólo ver sus ojos nosotras quedemos totalmente enamoradas.
Al tener un hijo varón conoces un profundo amor a primera vista, creando un lazo que nadie podrá romper, ya que ese pequeño ser será el amor de nuestras vidas para siempre.
El amor por ese hombrecito diminuto es incondicional y es por ello que el vínculo entre madre y un hijo varón permanece intacto de por vida.
Cuando eres madre de un hijo varón sabes que el hombre de tu vida ha llegado para adueñarse de tu corazón.
Después de 9 meses en tu vientre, llega la primera cita en la que tú estás en una fría sala con un camisón, esperando y sufriendo para verlo salir.
Pero ese pequeño e indefenso ser, algún día será un hombre lleno de valores que tú le inculcarás, donde el respeto será lo principal que le enseñarás.
Desde el primer contacto con ese príncipe azul los besos, mimos y cariños son infinitos y seguirás sintiendo un amor que no se desgastará por toda tu vida.
Cuando tengas un mal día, tu hijo le pondrá color incluso a los más grises, su risa será tu sonido preferido y hasta su llanto te conmoverá como ningún otro. Sin duda cada paso que de te llenará el alma.
Si eres afortunada y tienes un hijo varón, sabrás que con él tienes una complicidad especial detrás de una mirada, una sonrisa o un cálido abrazo.
Cada día aprenderás algo nuevo junto a tu hijo ya que los niños son inquietos, sociables, simpáticos y tienen una gran personalidad.
Un ”te amo”de tu hijo arreglará cualquier situación y un ”por favor mami” será la frase que más tocará tu corazón. Tener un hijo varón es descubrir una unión sin precedentes, una conexión indestructible.