Es absolutamente desesperanzador el ser diagnosticado con cáncer terminal. Pero existe un tratamiento que podría devolverle la esperanza a los médicos y, especialmente, a los pacientes. Después de formar parte de un estudio clínico experimental, Judy Perkins logró curarse de cáncer de mama sin someterse a quimioterapia.
Este descubrimiento ha alentado a muchas personas, y podría cambiar las reglas del juego frente al cáncer.
En 2003, la ingeniera neoyorquina Judy Perkins recibió una inesperada noticia: tenía cáncer de mama en primera etapa. Pronto se sometió a una mastectomía y regresó a su vida cotidiana.
Pero en 2013, una década más tarde, Judy descubrió que la enfermedad había vuelto en metástasis.
Así, los médicos la sometieron a tratamientos comunes como terapia hormonal y quimioterapia, pero ella no respondió bien. Nada de lo que probaban les funcionaba. Pero dos años después, la mujer tuvo un golpe de suerte.
En una clase de inmunoterapia, Judy conoció a Stephanie Goff del Instituto Nacional del Cáncer, quien le dijo que estaba realizando ensayos clínicos de tratamientos pioneros basados en la inmunoterapia. Desesperada, Judy decidió probarlos.
Los médicos le sustrajeron algunas células inmunitarias del propio cuerpo de Judy, y pudieron determinar cuáles eran las que reconocían las células cancerígenas para luego atacarlas. Cuando las identificaron las llevaron al laboratorio, donde las multiplicaron y las fortalecieron. Luego, volvieron a ser inyectadas en el organismo de Judy.
Al comienzo, Judy se comenzó a salir muy mal. Sentía dolores muy fuertes, tenía fatiga y escalofríos, y además su estómago se enfermó. Pero eso dejó de importar cuando la mujer se dio cuenta de que este tratamiento experimental estaba funcionando.
“Comencé a notar que el tumor que me pellizcaba el nervio en el brazo parecía causarme menos dolor”, explicó. “Después de una semana o dos, ya casi había desaparecido”. Además, sucedió lo mismo con el que tenía cerca del corazón.
Así, en menos de 2 meses, Judy había recuperado su salud. Ha estado sana desde 2016.
Detrás de este tratamiento se encuentra el médico Steven Rosenberg, que es Jefe de Cirugía del Instituto Nacional del Cáncer e investigador pionero en inmunoterapia. “Creo que es el tratamiento más prometedor que se está explorando para resolver el problema de los cánceres metastásicos y los más comunes”, comenta Rosenberg.
Puede que no sea una solución definitiva para todos los pacientes, pero sin duda es un proyecto esperanzador para asegurar el bienestar de muchas personas.